
Tener un huerto en casa ya no es un lujo: con una mesa de cultivo puedes plantar desde tomates hasta albahaca sin necesidad de tener un jardín enorme. Yo mismo tengo tres mesas de cultivo de plástico, y gracias a ellas disfruto de un rincón verde en mi terraza que antes era puro cemento.
¿Qué es una mesa de cultivo y por qué merece la pena?
Una mesa de cultivo es básicamente un huerto elevado. Viene con una estructura que sostiene la tierra a la altura de la cintura, lo que evita tener que agacharse (mi espalda lo agradece cada día).
Ventajas frente a huertos tradicionales
- No necesitas terreno ni patio grande.
- Más cómodas: puedes trabajar de pie.
- Mejor control de plagas y drenaje.
- Perfectas para principiantes.
Tipos de mesas de cultivo
- Madera: estéticas, pero requieren mantenimiento.
- Plástico: muy resistentes y ligeras (son las que yo uso).
- Metal: duraderas, aunque se calientan al sol.
- Textiles: económicos y portátiles.
Cómo elegir la mesa de cultivo perfecta
Elegir mal puede hacerte perder tiempo y plantas.
Tamaños y alturas recomendadas
Si vas a plantar aromáticas o flores pequeñas, con 40–60 cm de profundidad sobra. Para tomates y raíces profundas, busca algo mayor.
Materiales: comparativa práctica
En mi caso, opté por plástico: resiste el sol, la lluvia y no pesa nada. Eso sí, si buscas algo más decorativo, la madera gana en estética.
Detalles clave: drenaje, ruedas y accesorios
Un punto que echo de menos en mis mesas son las ruedas: moverlas sería mucho más fácil. Aquí te recomiendo fijarte en modelos que las incluyan o en accesorios compatibles.
Mi experiencia con las mesas de cultivo
En mis tres mesas cultivo de todo: aromáticas como albahaca y perejil, flores coloridas y alguna verdura pequeña. Lo que más valoro es que me permiten organizar los cultivos por zonas y no agacharme nunca.

Cultivos fáciles para empezar
- Aromáticas (menta, albahaca, perejil).
- Lechugas y espinacas.
- Flores ornamentales (aportan color y atraen polinizadores).
Las mesas de cultivo de madera son una de las opciones más populares dentro del huerto urbano. No solo destacan por su estética natural, sino también por su versatilidad y sostenibilidad. Están fabricadas normalmente en pino tratado o maderas resistentes a la intemperie, lo que garantiza una buena durabilidad en terrazas o balcones exteriores.
Una de sus grandes ventajas es que regulan mejor la temperatura del sustrato frente al plástico o al metal, creando un entorno más estable para el desarrollo de hortalizas y aromáticas. Además, la madera actúa como aislante, evitando que las raíces sufran cambios bruscos de calor o frío.
Son ideales para cultivar tomates cherry, lechugas, fresas o incluso pequeños pimientos. Para alargar su vida útil, se recomienda aplicar un protector ecológico de madera y colocar una malla geotextil en el interior que ayude al drenaje y mantenga la tierra en su sitio.
👉 Si buscas un huerto urbano con un toque rústico y decorativo, las mesas de madera son tu mejor elección.
Las mesas de cultivo con ruedas son perfectas para quienes necesitan movilidad y flexibilidad en su huerto urbano. Gracias a sus ruedas incorporadas, se pueden desplazar fácilmente según la orientación del sol, o resguardarlas en invierno para proteger los cultivos de heladas.
Son muy prácticas en terrazas pequeñas o patios interiores donde el espacio es limitado. Además, suelen contar con frenos de seguridad en las ruedas para mantener la estabilidad una vez colocadas en el lugar deseado.
Este tipo de mesa es ideal para cultivos que requieren más horas de luz, como tomates, berenjenas o pimientos, ya que podrás moverla a la zona más soleada del día. También resultan útiles si compartes el espacio con mobiliario o si necesitas reorganizar el balcón con frecuencia.
👉 Si buscas comodidad total, las mesas con ruedas son tu aliado. No olvides explorar también las mesas de madera o las mesas metálicas.
Las mesas de cultivo metálicas son sinónimo de resistencia y durabilidad. Están fabricadas en acero galvanizado o aluminio, materiales que soportan la intemperie durante años sin deteriorarse fácilmente. Son perfectas para quienes buscan un huerto urbano práctico y robusto que requiera poco mantenimiento.
A diferencia de la madera, el metal no se deforma ni se hincha con la humedad, lo que las convierte en una gran elección para climas lluviosos. Suelen incorporar recubrimientos antioxidantes y patas regulables que facilitan el trabajo a diferentes alturas.
Aunque se calientan más al sol, este problema puede resolverse con un buen sustrato y riego frecuente. Por eso son especialmente recomendables para cultivos de ciclo corto como espinacas, rábanos, rúcula o hierbas aromáticas.
👉 Descubre cómo estas mesas metálicas pueden ser la solución más duradera para tu huerto.
Consejos prácticos
- Usa un buen sustrato ligero, con fibra de coco o perlita.
- Coloca la mesa en un lugar soleado (mínimo 6h de sol).
- Riega poco y frecuente: la tierra en mesas se seca antes.
Dónde comprar mesas de cultivo y qué mirar antes de decidir
En internet encontrarás un sinfín de opciones.
Precios aproximados según material
- Madera: desde 60–120 €
- Plástico: desde 40–90 €
- Metal: desde 70–150 €
- Textiles: desde 20–50 €
Opciones online vs tiendas físicas
Tiendas online como Planeta Huerto, Hortalia o Cocopot y mi huerto urban ofrecen catálogos muy completos. La ventaja es la variedad; en físico puedes tocar la mesa y comprobar la resistencia.
Preguntas frecuentes sobre mesas de cultivo
¿Qué se puede plantar en una mesa de cultivo?
Prácticamente de todo: hortalizas, aromáticas y flores.
¿Cuánto dura una mesa de cultivo?
Depende del material: las de plástico y metal duran años; la madera necesita más cuidados.
¿Necesitan mucho mantenimiento?
Muy poco. Basta con renovar el sustrato cada temporada y revisar el drenaje.